miércoles, 12 de octubre de 2005

El neoliberalismo, La Teoría de la Relatividad y El juego del Monopolio.

Cuando se dio a conocer la Teoría de la Relatividad dio lugar a que se publicaran innumerables artículos y libros explicándola.

En ese entonces, entrevistar a Einstein era una labor poco menos que imposible, sin embargo la tenacidad de una periodista logró el objetivo y le pidió explicar, en pocas palabras, su ya famosísima teoría. Einsten contesto que en el mundo no había quien, fuera de él y algunos contados con la mitad de los dedos de una mano, podría entenderla.

Hay cosas que están fuera de la comprensión del común de los mortales, como por ejemplo el neoliberalismo, mucho ha dado de que hablar pero hasta ahora nadie me ha podido explicar en que consiste.

Por otra parte, el juego del monopolio provee de diversión a chicos y grandes, simula el mundo de los negocios, se invierte en propiedades, se pagan impuestos, se adquieren créditos con la banca, en fin se juega a acumular riqueza.

Sin embargo, si no se hacen trampas, el dinero va y viene de una mano a otra y difícilmente alguien puede quebrar a todos sus competidores. La partida acaba normalmente por agotamiento, a diferencia de lo que nos ha pasado en el mundo real: En México un grupito de “malosos” hizo trampa, prácticamente nos quebró a todos y se quedó con todo el dinero, me pregunto ¿para qué? Si sacas a todos de la jugada, ¿vas a jugar tu solo?

Hace algún tiempo, en un diplomado sobre la “Excelencia Directiva” escuche a un economista muy disgustado, explicar el por qué solo los ricos pueden ahorrar y en consecuencia invertir de ahí que una política económica adecuada, debería favorecer la concentración de capitales en unas cuantas manos.

Este economista, al finalizar su exposición, dejó entrever el motivo de su disgusto: por esas fechas estaba en pleno apogeo la campaña para la elección presidencial y el tendría que estar participando en el desarrollo de la propuesta económica de nuestro actual presidente, no perdiendo el tiempo con neófitos en la materia.

Ahí entendí el porque de nuestros “compatriotas” en la lista de millonarios de Forbes, el porque de una clase media en vías de extinguirse y el porque de los, cada vez mas, mexicanos sumidos en la miseria.

Triste realidad la de nuestro México cuando solo unos cuantos privilegiados por concesión graciosa del sistema pueden ahorrar, ¡para invertir claro está!.