domingo, 7 de agosto de 2011

¡Sálvese quien pueda!

La polarización de los Estados Unidos es ahora más que obvia por la intransigencia del fundamentalismo de los partidos demócrata y republicano. Particularmente el de estos últimos, quienes no perdonan la entrega de la oficina oval a un afroamericano.

Lo anterior provocó el fracaso, pues no se le puede llamar de otra manera, de las negociaciones sobre el techo de endeudamiento. Evitaron declararse en suspensión de pagos sin embargo lo único que hicieron fue alargar la mecha, el problema de fondo aún persiste.

La consecuencia inmediata fueron dos impactos directos al orgullo americano: la baja de la calificación crediticia de su deuda y el regaño de su antítesis y principal acreedor, ¡China! Pero lo importante es el efecto en la gobernabilidad del país más poderoso que debilita aún más, a la ya de por sí precaria economía de un mundo que además padece hambruna, descontento social, represión, guerras, terrorismo, narcotráfico, alteraciones climáticas, entre otras calamidades.

La recesión económica mundial que inició en el segundo semestre del año 2008, dejó prendidas con alfileres a las economías del mundo que aún no atinaban a recuperarse a tres años de distancia. Hoy después de esto, tienen muchos menos alfileres.

En los inicios del problema, antes de su toma de posesión el 20 de enero de 2009, el entonces candidato electo, Barack Hussein Obama se encontró en medio de la debacle buscando medidas para contener la crisis.

Ya como presidente, para disminuir el excesivo gasto heredado de administraciones anteriores, programó el retiro de las tropas de Afganistán e Irak y limitó la participación de su país en el conflicto en Libia entre otras acciones.

También adoptó medidas para intentar controlar la avaricia de las grandes corporaciones que fueron el disparador y culpables en primera instancia de la crisis; y sin dinero, pretendió cumplir sus promesas de campaña; ¡ah, mil perdones! lo olvidaba, atender la cargada agenda de seguridad nacional: energía, terrorismo, narcotráfico, etcétera y de pilón, a los pedinches del vecindario a quienes diría Don Teofilito, ¡Qué no ven a la burra cargada de palos!

No obstante, el destino alcanzó a Barack Obama por no medir las grandes expectativas que creó en sus electores el “Sí podemos”; ni el enorme poder de una oposición irreductible, atrincherada en sus posiciones fundamentalistas.

Esta situación se parece aquella cuando, a las 21:08 horas del 13 de septiembre de 1970, el piloto del módulo de mando de la misión Apolo XIII, Jack Swigert exclamó “¡Houston, tenemos un problema…!” con una pequeña diferencia, hoy no tenemos un Houston a quien recurrir pero si tenemos a una poderosa locomotora está fuera de control (EEUU), con el maquinista maniatado (Obama), dos locos peleando por el control (demócratas y republicanos) y los vagones atiborrados de pasajeros apanicados (el resto de los países del mundo) gritando:

¡Sálvese quien pueda! pues el paradigma vigente se desquebraja.

PS: Receta para sobrevivir: Ahorre (acumular reservas), pague la tanda (servicio de la deuda), apriétese el cinturón (reducir el gasto no productivo), conserve su empleo (mantener la planta productiva); siembre, crie gallinas, etc... (autosuficiencia alimentaria)

Con mis mejores deseos,

Enrique Chávez Maranto
enrique.chm@gmail.com
twitter.com/enriquechm

4 comentarios:

  1. Muy buen artículo... Eso es periodismo de investigación: bien documentado, objetivo e independiente.
    Felicidades Enrique, me gusta mucho tu trabajo, pero con éste... "me ganaste", como le decían al GuashAnGüer.
    Un Abrazo.
    LG Flores M

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  2. Luis, Mil gracias por el comentario, Un abrazo

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  3. Buena manera de conocer la opinión e intereses de los lectores.

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  4. Para lo último tendría que saber qué significa exactamente "recudir el gasto no productivo". Aunque me doy una vaga idea en el último enlace que facilitas.
    Me ha gustado mucho leer el texto con la incorporación de los vínculos para contextualizar o más información.

    ¡Un saludo!

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